MI AMIGO PAM

Hola a todos:

Esta semana me ha tocado cuidar a mi amigo Pam, la mascota de mi cole, de Pitusos. Me lo entregaron el viernes por la  tarde y lo he llevado conmigo durante  el fin de semana. Después he tenido que contar cosas en un cuaderno-álbum que vamos componiendo entre todos los niños y niñas de Pitusos.

Para empezar, el sábado por la mañana, como no estaban mis papás, que se habían ido de boda a Murcia, nos fuimos con los abus y la tía Berta de paseo por Alicante. Aprovechamos para subir al tobo, Pam y yo, y divertirnos un poco.

Luego nos fuimos a  Luceros. Nos sentamos en  un banco de la plaza disfrutando del buen día que hacía  en Alicante. Pam no decía nada, pero estaba feliz. Yo le mimaba y le hacía partícipe de todo.

Un poco más tarde, nos fuimos al parta de mis abus.
Nos subimos al Tram en Luceros. Fué muy bonito el viaje en tram. Pam casi no se lo creía, porque no está acostumbrado a viajar.

Mi hermano charlaba con mi abu. Iba muy concentrado, observándolo todo: el Castillo de Santa Bárbara, el mar, la Albufereta, los veleros...

Cuando bajamos en Golf pasamos por delante de los patitos. Mi yaya había preparado pan en una bolsa para darles de comer. Mi hermano y yo nos detuvimos, sacamos la bolsa y comenzamos a echarles trocitos de pan. En un descuido, uno de los patos me dío un bocado en la mano. No me hizo daño, pero me asustó. A partir de ahí, ya no me acercaba tanto para echarles el pan.

Cuando llegamos al parta nos dimos un bañito en la pisci climatizada. ¡Lo pasamos muy bien!

Ya por la tarde, volvimos a coger el tram de regreso a Alicante. Habíamos pasado un día especial. Pam estaba emocionado, tan emocionado que no podía articular palabra. Por señas me indicó que os diera un besito.