miércoles, 4 de septiembre de 2013

UNOS DÍAS EN PIORNAL

Hola a todos:


 


Este año también hemos pasado unos días en Piornal(Cáceres), el pueblo de mi abu. Han sido unos días muy  divertidos y muy llenos de  actividades. Os recuerdo que Piornal es el pueblo que está situado más alto de Extremadura, sobre unos 1200 m. de altitud.





Desde esa altura se divisan bonitos paisajes y se disfruta de la naturaleza. Cuando llegamos, mi abu nos contó que se había ido con  el tío Andrés al Mojón Blanco, un punto geodésico, referencia de la cartografía militar, y nos dejó la prueba.




Llegamos al pueblo por la tarde.Fuimos directamente a casa de mis bisabuelos. Nos estaban esperando todos. Y comenzó un sinfin de besos y abrazos.
 
 
Como eran las fiestas del pueblo, enseguida mi hermano y yo nos pedimos algodón de  azúcar.



Seguimos de fiestas durante varios días. Miguel, el Mediano, cogió el tambor, y los tres Migueles se fueron de marcha. Yo iba detrás, de coche escoba.









También celebramos el 25 Aniversario de casados de mis tíos Marci y Julio. Fuimos toda la familia a cenar a un restaurante.





Fué muy emocionante al principio. Y digo al principio, porque al  poquito, me dormí.

 


 
 
Pero tengo la sensación de que duró bastante, porque recuerdo vagamente el  rodar del carrito, conmigo dentro, durante laaaaargo rato.
 



Hemos disfrutado de días de piscina. Este verano ha hecho muy buen tiempo en Piornal, ha hecho hasta calor, y ha apetecido bañarse.
 






Pero una de las tardes más emocionantes fué cuando nos fuimos al Llano Peral, junto al río Jerte, la finca de mis tíos Julio y Marci. Allí, mi hermano y yo, disfrutamos viendo de cerca cantidad de animales.



Primero, un caballo blanco, al que mi hermano Miguel dió de comer mientras las vaquitas nos miraban.







Luego fuimos a recoger los huevos que habían puesto las gallinas.



 

Y jugamos con los conejos.






y con los perros de mi tío, que tiene varios.


 



Después, llamamos a Cuka, y entre los dos, la acariciamos.









Luego, al caer la tarde ,nos subimos a la terraza de la casa de mis tíos Juanjo y Raquel, que también se han comprado una finca al lado.
 


Y entre tantas emociones llegó la noche con una luna inmensa, que iluminaba como si fuera de día, y regresamos al pueblo saboreando cada momento vivido. Besitos.

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