Hola a todos:
¡Por fin, ya asoma mi primer diente! Y me ha costado sangre, sudor y lágrimas. Aunque ha llegado a los 8 meses aproximadamente, (periodo normal 6-9 meses), he pasado los días previos a su aparición con bastantes molestias ( fiebres, irritabilidad inusual, falta de sueño, babeo abundante, falta de apetito por el dolor, etc).
Lo más gracioso es que yo me sentía mal y no sabía por qué. Todos hablaban de "los dientes", "serán los dientes" y yo seguía molesto. Algunos, sobre todo mis abuelas, aprovechaban para pasarme algún dedo por las encías. Al contacto de su dedo masajeando mi encía, sentía alivio y me calmaba. Inmediatamente después oía: "no, pues no le noto nada". Mientras, mi hermano, que sabía de que iba todo, se reía.
Hemos tenido que irnos a pasar el fin de semana a la casita de mi abuelita Mariví, en Sierra Espuña, para que allí, en plena naturaleza y , quizá, con el estimulante olor de unas chuletitas a la brasa, mi lado salvaje se ha manisfetado haciendo brotar el esperado diente.
Todo han sido fiestas y alegrías. Me han pasado por las encías todos los dedos habidos y por haber y siempre la misma respuesta: "Sí, ya le raspa". Para celebrarlo, mi mamá preparó mi uniforme de gala, con corbata, mientrras yo daba unas vueltas con mi taca-taca.
Ahora sé que aquello que tanto me molestaba, que tenía hinchadas mis encias, que me producía fiebres, que hacía que babeara constantemente...........¡era el diente!. Dicen que me saldrán más, unos 20, pero lo harán de manera progresiva hasta los 2 añitos. Son muchos, pero no me asustan. Ya estoy preparado. Además, tengo los consejos de mi hermano Miguel.
Por cierto, estaba muy contento tumbado en la hamaca de su yaya Pilar, que también usaron su mamá y su madrina Berta cuando eran pequeñas.
También , aprovechando el espléndido día de sol, entre naranjos y limoneros, le daba al diente.Después, se vino a mi parque, y jugamos un buen rato.Un besito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario