jueves, 21 de marzo de 2013

EL DÍA DEL PADRE Y DEL ABU


Hola a todos:

El martes pasado, el 19 de marzo,  celebramos el Día del Padre. Fué  un día muy especial , sobre todo para Mateo, porque era su primera celebración.

Mi hermano Mateo inició el día como siempre, con sus demandas habituales y sus llamadas de atención. También  "madrugó" como en él es habitual. Dió un primer aviso sobre la  cuatro y media de la mañana, montó un "pequeño espectáculo" y volvió a dormirse, como si nada.


Yo,  me desperté sobre las  siete y treinta. Ahora, cuando me despierto, tengo la costumbre de llamar a mi mamá y suelo decirle a voz en grito : ¡ mamá, que ya estoy despierto!. Mi mamá, medio dormida, suele responder: ¡ Ya voy hijo!. Pero yo, que ahora me bajo con soltura de la cuna grande porque me han puesto una barandilla, le contesto: ¡No,  vengas mamá, ya voy yo!. Y con mucha ligereza, en un santiamén, me planto en la cama de los papás, me coloco entre los dos, y disfruto de lo lindo. Aunque sólo sean unos minutos, me saben a gloria. Porque la gloria dura hasta que  se oye el grito de llamada de mi hermano. Entonces se acabó el relax. Al grito de mi hermano, todos arriba.


Pero este día fué distinto. Yo estaba prevenido sobre la celebración porque durante días le había preparado, en mi cole de Pitusos, un bonito obsequio para mi papá. Así que me fuí para la habitación donde estaba Mateo y le  expliqué que hoy era un día diferente, un día de fiesta, hoy era el día de todos los papás y nosotros teníamos que celebrar el tener  un papá tan bueno y tan especial, un papá que nos cuida, nos canta, nos hace reir  cuando nos baña, nos pone guapos, nos da la comida... y tantas y tantas cosas más, que hoy debemos  hacerle reir, darle muchos besos y hacer que se sienta  feliz por tener dos hijos como tú y yo. Mi hermano, a pesar de ser tan pequeño,  parece que me entendió. No gritó más  y se puso a jugar en su cuna.

Al rato, aparecieron mis papás en la habitacion. Como estábamos callados y jugando, sonreían mucho. Yo, aproveché y le dí el regalo y un fuerte beso. Mi hermano comenzó a agitar su piernas y brazos encima de la cuna. A su manera, también le daba las gracias. Luego, mi mamá nos puso guapos, de modo tan diferente a los otros días que  pareciamos pijos de cole privado. Después, arreglados, nos fuimos a  buscar  a los abus  y tomamos un cerveza en Noray, junto al mar. Al rato, se incorporó  al grupo  la tia Berta. Todos juntos, nos fuimos a comer  a  Cactus Cantina, muy cerquita de casa. Mi abu también se hizo la foto con sus hijas, mi mamá y la tía Berta. Todos estábamos muy contentos y lo pasamos muy  bien.  Un besito.


sábado, 16 de marzo de 2013

¡ NOS HAN TOMADO EL PELO!


Hola a todos:





Esta semana pasada mi hermano y yo hemos vivido juntos dos experiencias muy  bonitas.
La primera,  fué en la peluquería. Mi mamá y mi tía Berta nos llevaron a la pelu porque ya necesitábamos un corte de pelo. Bueno, a decir verdad, lo necesitaba más mi hermano que yo.





Miguel lo llevaba muy largo y los caracoles que componían sus rizos iban algo desmandados. En cambio yo, como siempre  suelo ir bien peinado sin esfuerzo alguno, lo disimulaba mucho mejor y podía haber aguantado un poco más.

 

Pero mi mamá decidió aprovechar el viaje y aplicarnos un dos por uno. Total, que a la pelu nos fuimos y  allí dejamos mi hermano  los bucles y yo mi melena.








Otra tarde nos fuimos a ver la exposición de Dinosaurios. ¡Fué impresionante!. Sólo la boca de estos animales era más grande que yo.

Aunque sabía que eran reproducciones, me daba algo de miedo cuando los tenías cerca. Después de superar la primera impresión, mi papá y yo nos lo tomamos a risa. Un besito







miércoles, 6 de marzo de 2013

¡ME ASOMA MI PRIMER DIENTE|



Hola a todos:







¡Por fin, ya asoma mi primer diente! Y me ha costado sangre, sudor y lágrimas. Aunque ha llegado a los 8 meses aproximadamente, (periodo normal 6-9 meses), he pasado los días previos a su aparición con bastantes molestias ( fiebres, irritabilidad inusual, falta de sueño,  babeo abundante, falta de apetito por el dolor, etc).




Lo más gracioso es que yo me sentía mal y no sabía por qué. Todos hablaban de "los dientes", "serán los dientes" y yo  seguía  molesto. Algunos, sobre todo mis abuelas, aprovechaban para pasarme  algún dedo por las encías. Al contacto de su dedo masajeando mi encía, sentía alivio y me calmaba. Inmediatamente después oía: "no, pues no le noto nada". Mientras, mi hermano, que sabía de que iba todo, se reía.



Hemos tenido que  irnos  a pasar el fin de semana a la casita de mi abuelita Mariví, en  Sierra Espuña, para que allí, en plena naturaleza y , quizá, con el  estimulante olor de unas chuletitas a la brasa, mi  lado salvaje se ha manisfetado haciendo  brotar el esperado diente.


 Todo han sido fiestas y alegrías. Me han pasado por las encías todos los dedos habidos y por haber y siempre la misma respuesta: "Sí, ya le raspa". Para celebrarlo, mi mamá preparó mi uniforme de gala, con corbata, mientrras yo daba unas vueltas con mi taca-taca.




Ahora sé que aquello que tanto me molestaba, que tenía hinchadas mis encias, que me producía fiebres, que  hacía que babeara constantemente...........¡era el diente!. Dicen que me saldrán más, unos 20, pero lo harán de manera progresiva hasta los 2 añitos. Son muchos, pero no me asustan. Ya estoy preparado. Además, tengo los consejos de mi hermano Miguel.



Por cierto, estaba muy contento tumbado en la hamaca de su yaya Pilar,  que también usaron su mamá y su madrina Berta cuando eran pequeñas.



También , aprovechando el  espléndido día de sol, entre naranjos y limoneros, le daba al diente.Después, se vino a mi parque, y jugamos un buen rato.Un besito.